Aquí va un resumen del Tema por si os dejáis el libro en clase... ¡No hay excusas!
IDENTIDAD DIGITAL
El hecho de que, en apariencia, no estemos junto a las
personas con las que normalmente nos comunicamos, nos anima a expresar
comentarios o ideas con cierta valentía y, a veces, sin pensarlo muy bien.
Internet no es un sitio anónimo. Lo que escribimos, las informaciones,
comentarios o imágenes que dejemos en las redes sociales, son tan reales como
lo que pasa en el colegio, en tu barrio o en tu ciudad. Es esencial moverse en
Internet de forma responsable y segura, porque todo lo que escribimos o
compartimos irá formando nuestra identidad digital.
Llamamos Identidad Digital al conjunto de la información
sobre un individuo o una organización expuesta en Internet (datos personales,
imágenes, noticias, comentarios…) que conforman una descripción de dicha
persona. En definitiva, es la imagen que mostramos en la red, y la impresión
que los demás se llevarán de nosotros.
Construir una identidad digital de calidad
Es nuestra responsabilidad crear una correcta identidad
digital, al igual que en nuestro día a día procuramos mantener una educación y
hábitos de comportamiento correctos. No podemos obviar que ambas identidades
son nuestras y se nos va a identificar con ellas, tanto en el mundo físico como
en el virtual. Es imprescindible tener muy claro qué imagen queremos proyectar
a los demás:
- Imagen de perfil o avatar: la foto que nos identificará en las
redes sociales, e-mail, webs, perfil de Internet, etc. Para que otras
personas nos puedan identificar fácilmente es recomendable utilizar una
foto reciente y de buena calidad. Es importante que la imagen que
mostremos se adapte a la imagen que quiero transmitir a los demás. Debéis
ser coherentes.
- Qué redes sociales y webs usas: es un proceso que debe llevar
una reflexión previa, para elegir muy bien qué sitios queréis visitar y en
qué redes sociales queréis daros de alta. Si visitáis un sitio en Internet
de dudosa reputación, la vuestra también estará en juego. Al igual pasa
con las redes sociales. E igualmente importante es conocer bien aquellos
servicios a los que vamos a ceder nuestros datos personales, si son
desconocidos o poco fiables, es mejor no usarlos.
- Qué cuentas y cómo lo cuentas: debemos actuar y comunicarnos con los demás en Internet exactamente igual que lo haríamos en la vida física. ¿Le darías tu teléfono y dirección a un extraño que te lo pide por la calle? ¿Compartirías fotos tuyas con alguien que no conoces? Hay que ser prudente, tanto en la vida física como en Internet. Y al hablar con los demás, mostrar siempre unas normas básicas de comportamiento y respeto.
- Con quién te relacionas: una de las muchas ventajas que trae Internet es que favorece la comunicación y multiplica las posibilidades de acceso al conocimiento y al aprendizaje de otras personas. Pero es básico elegir bien a esas personas con las que vamos a compartir nuestra vida digital, para que no tengamos situaciones desagradables. Es fundamental ser precavidos a la hora de solicitar o aceptar amistades en redes sociales. Y, sobre todo, evitar aceptar amistades digitales que no conozcamos.
- Qué aportas a la Red: en todos los momentos de la vida debemos
mostrar nuestras mejores cualidades, incluso en Internet. Cuando
intervengas en chats (WhatsApp, Snapchat…), foros, blogs, o comentes en
Facebook o Twitter, debes hacerlo con un estilo positivo, educado y
respetuoso, sin tener que arrepentirte de lo que has dicho o compartido.
Cuanto mejor sea la calidad de tus aportaciones, mejor identidad digital
irás construyendo.
REPUTACIÓN EN LA RED
La reputación online o reputación
en la Red es la opinión que tienen de ti otros usuarios según tu actividad en
Internet. Para entendernos y marcar una diferencia, la identidad digital es lo
que somos o pretendemos ser en el mundo digital, mientras que la reputación
online es la percepción u opinión que tienen los demás sobre nuestro yo
digital. Si procuras construir una correcta identidad digital y si tu
interacción en Internet se basa en unas normas aceptables, tendrás más opciones
de que otras personas se formen una imagen positiva de ti y favorezcan tu
reputación. En todos los ámbitos de la vida es imprescindible cuidar nuestra
reputación. Si en Internet encuentras información sobre ti o fotografías tuyas
que no te gusten, debes buscar ayuda en tu familia y profesores. Con el
asesoramiento adecuado, muchos de estos problemas se pueden resolver sin
mayores inconvenientes.
HUELLA DIGITAL
Se llama huella digital al rastro
de información que vamos dejando en Internet cada vez que lo usamos. Quédate
bien con las siguientes palabras: cada vez que pones algo en Internet puede
quedar allí expuesto por mucho tiempo, y aunque quieras borrarlo, quizá no
puedas hacerlo. Una foto incómoda, un comentario fuera de lugar… son cosas que
te pueden perseguir durante mucho tiempo, aunque tú creas que las hayas
borrado. Cuando visitamos páginas web, se va quedando un registro, un
historial, de todas las páginas que visitamos. Páginas que si no son del todo
adecuadas a vuestra edad y vuestra formación, sin duda pueden repercutir
negativamente en vuestra reputación online. Pensad que en Internet, aunque lo
parezca, no estáis solos.
PRIVACIDAD EN LA RED
Entendemos por privacidad el
ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger. Y si hablamos de
privacidad en la red, nos referimos a poder controlar la información personal
que se intercambia a través de Internet cuando navegamos, cuando nos damos de
alta en algún servicio, cuando nos descargamos una aplicación, cuando completamos
datos personales en un formulario, etc.
Por todo ello, es especialmente
importante conocer los Términos y condiciones del servicio, así como la
Política de privacidad de las distintas webs, aplicaciones, juegos y redes
sociales que utilizamos en Internet. En general se aceptan estos términos sin
leerlos, sin embargo, entiendo que debemos hacer una lectura detenida y
responsable de los mismos, pues tiene una importancia extrema. Hay que saber lo
que firmamos, o nos veremos obligados a aceptar cosas con las que no estemos de
acuerdo. Le ley nos da derecho a acceder, rectificar, cancelar u oponernos al
tratamiento que de nuestra información hagamos en Internet.
NO TODO ES GRATIS, Y
MENOS EN INTERNET
Son miles las redes sociales,
juegos o aplicaciones móviles que se enorgullecen de ser gratis, y que nos dan
un gran servicio a cambio de nada… os puedo asegurar que no es así. En cada
descarga, cada vez que nos registramos, estamos cediendo nuestros datos
personales y manifestando nuestras preferencias. De esta forma, las empresas
obtienen y comparten nuestros datos, para después, por ejemplo, ofrecernos
publicidad muy ajustada a nuestros gustos, con lo que se multiplican las
posibilidades de compra. Por eso, estos servicios “gratuitos” los estamos
pagando al regalar nuestros datos personales a empresas que ni conocemos. En
Internet la privacidad no existe, pero sí que podemos gestionarla, cuidando
mucho los datos que cedemos y la imagen que damos.
NETIQUETA
El término netiqueta hace
referencia a las normas y principios para el buen uso de Internet, redes
sociales, etc. No hay normas establecidas de manera oficial, pero os dejo las
mías, que ya las conocéis.
ECOLOGÍA DIGITAL
Es muy sencillo acceder a
Internet, muchos de sus contenidos y servicios son gratis, ahí lo bueno… pero
esto ha provocado un uso desmedido de la Red. Cada día aparecen nuevos
programas, aplicaciones innovadoras, con mejores y más funciones, y nadie se
quiere quedar fuera. Y nos vamos registrando en un número cada vez mayor de
aplicaciones y redes sociales. Estamos perdiendo el control de nuestra
privacidad, no nos preocupa qué sucede con los datos privados que cedemos, con
las fotografías que compartimos o comentarios que hacemos, y lo peor, en
servicios que quizá ya ni utilicemos. Corremos el gran riesgo de tener
demasiado dispersos nuestros datos personales. Al no tener la sensación de
ocupar un espacio físico, cada vez acumulamos más fotos en Internet, subimos
más vídeos, enviamos más mensajes… Pero debemos pensar que todo lo que
compartimos y subimos a Internet, tiene detrás servidores, ordenadores, discos
duros, que son dónde se guardan físicamente todos estos documentos, y además
hay personas dedicadas al mantenimiento de estos equipos. Si no tomamos
consciencia del volumen de información digital que generamos, nos iremos
encontrando con una mayor acumulación de datos y contenidos innecesarios.
Es necesario, cada cierto tiempo,
tomarnos la molestia de darnos de baja en aplicaciones y redes sociales que ya
no usemos, borrar datos, fotos o vídeos que no necesitemos. Además de colaborar
en un crecimiento sostenible de Internet, dejaremos una huella digital acorde a
nuestra identidad.
BASURA ELECTRÓNICA
No sólo acumulamos datos en
exceso en Internet, también en casa guardamos mucha basura electrónica:
aparatos que ya no utilizamos, discos antiguos (CD, DVD), cintas de casete, de
VHS, etc. Los aparatos, los soportes digitales, las memorias para guardar
archivos… todo ha evolucionado mucho en pocos años, y el ser humano se ha ido
adaptando a cada cambio. Pero todo lo que se queda obsoleto, lo seguimos
guardando, quizá esperando que en un futuro vuelva a servir aquello que hoy día
ya no se usa. Y eso es bastante improbable, por no decir imposible. Así pues,
te animo a que convenzas a tu familia y vayáis desarrollando un sentido
ecológico de lo digital. Podéis reciclar todos estos viejos aparatos o soportes
electrónicos llevándolos a un punto limpio, donde se encargarán de destruirlo
de forma segura y sin dejar rastro de contaminación.